Capítulo Treinta y Dos

Jared

Después del reencuentro con el padre de Galilea llegamos a casa, ella no habló en todo el camino, me preocupa que esto le haga daño, a ella o al bebé, Marcus se encargó de hacerle un té de tila, mientras ella se subió a su habitación para ponerse algo mas cómodo, después de unos minutos baja con su pijama puesta.

-¿Estás mejor? -pregunto. 

Ella niega con la cabeza y se sienta junto a mí en el sofá y luego hace algo que normalmente no hace, me abraza.

-Tengo miedo Jared, ya trató de matarme una vez y si no hubiese sido por Camila yo no estuviera aquí.

-No te pasará nada, yo estaré contigo, te cuidaré a ti y a tu bebé. 

Galilea se abraza mas a mí, yo recargo mi cabeza en la suya, veo como acaricia su

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