-No puede ser, me niego a creer que pueda haber hecho algo así- Ángel se levantó de la cama y volvió a caminar inquieto, golpeó el suelo y gritó para liberar la rabia que tenía por dentro- era su único amigo por dios, al menos eso para él era sagrado.
-Precisamente por eso que no quería decirte nada hasta que no estuviera totalmente seguro- dijo Óscar y era evidente que lo que más deseaba era poder retirar lo que había dicho.
Ángel pegó un puñetazo contra una pared que iba de seguro a dejar estragos en su puño, pero para él fue la manera de liberarse de la carga por un momento. Luego se tiró al suelo y metió la cabeza entre sus piernas.
-Quizás no es verdad, pero al menos hay que comprobar la posibilidad y aclarar las cosas.
-Estoy cansado Óscar- dijo- cansado de todo esto, y ahora me dices que pudiera ser que mi padre mató también al único hombre que se tomó el tiempo de estar ahí para mí- dijo Ángel todavía