Edward y la mujer de la farmacia, saltaron rápidamente la barra de madera que los separaba de la taquilla de pago de la farmacia, y corrieron rápidamente hacia la parte trasera de la farmacia mientras escuchaban los gritos de Luke y el resto detrás de ellos.
— ¡Donde está la salida! —grito Edward.
— Esta… esta por aquí —dijo la mujer que tomo la delantera y guio a Edward.
Edward y la mujer de la farmacia, corrieron rápidamente hasta llegar a una puerta algo oxidada y sucia.
—Aquí es —dijo la mujer de la farmacia que de inmediato fue a abrir la puerta.