—Edward, esas heridas —dijo Abraham, al ver el corte en la mejilla de Edward y la herida en su hombro.
—No son importantes… rápido tenemos que seguir.
—De… acuerdo.
—Toma su cuchillo, estas barras negras son útiles para incapacitar a tú oponente pero no para matarlos.
—Bien, tomare una… tú toma la otra.
—No es necesario, tengo la espada…tú toma ambos cuchillos.
—Bien… lo hare.