— Señor, hay un hombre tumbado en el suelo, cerca de esa puerta.
— ¿Algún signo de Aurora? — pregunté impaciente.
— ¡No! Solo estamos esperando su orden para actuar, vamos a inmovilizar a ese y entrar con cuidado, por los cuartos, buscando a la víctima y al otro secuestrador.
— Entonces vamos, co