Capítulo 331
Cuando despertó por la mañana, Eloá, aun con los ojos cerrados, pasó la mano por el otro lado del colchón, buscando el calor de Gael para acurrucarse contra él. Pero sus dedos tocaron solo la sábana fría y vacía. Una opresión tomó su pecho; abrió los ojos, girándose para asegurarse. Él no estaba all