¿Cómo nunca notó ese lado posesivo de Gael? ¿Cómo nunca se dio cuenta de cuánto podía dominarla solo con la fuerza silenciosa de su presencia?
Sus ojos ardían sobre su rostro y Eloá, perdida entre el deseo y el miedo de ahogarse en él, cerró los ojos. Intentaba recuperar el aliento, controlar los la