— No te pongas tan emotivo ahora. Concéntrate en los niños, que son igualitos a ti — provocó Elisa, divertida.
— Eso haré… pero esta historia del compromiso no va a pasar desapercibida, señorita Elisa. Aún eres muy joven para casarte.
Acercándose a la cuna, miró a los bebés que dormían como dos ange