Cayetano presenció una escena que lo horrorizó. Liana acababa de besar a Tulio, quien paseaba la mano entre los muslos y el trasero de la mujer.
— ¿¡Pero qué demonios es esto!? — gritó indignado.
— ¿Cayetano? ¿Qué hace aquí? — preguntó Tulio, asustado, apartándose de la mujer.
— ¡Yo soy el que deber