— Perdón por no haberte llamado antes, es que llegué tarde y no quería molestarte.
— Tú nunca molestas, Aurora, ¿cuántas veces tengo que decírtelo?
— Estoy un poco cansada, ¿podemos hablar mañana?
— ¿Qué pasa? Tienes la cara tan decaída, parece que estuviste llorando.
— Dije que estoy cansada. — Int