Notando el nerviosismo de Ethan, le pidió que se sentara de nuevo.
— Por favor, cálmate un poco — le pidió.
— ¿Cómo quieres que me calme? — Preguntó indignado. — ¿Ese idiota vino hasta acá para confundirte, y no conforme con eso, te embaraza, y después de que nace tu bebé, se va como si nada hubiera pasado?
Revelaba el motivo de su indignación.
— No es exactamente así — comentó.
— ¿En serio vas a defender a ese canalla?
— No estoy defendiendo a nadie — respondió rápidamente. — Simplemente fue lo mejor que se podía hacer, así que no voy a culparlo por eso.
— Te conformas con las cosas muy rápido, Sofía, ¿dónde está la maldad en tu corazón?
— No tengo ese tipo de sentimientos.
— Pues deberías tenerlos. Por culpa de un irresponsable como él, tendrás que criar a una niña sola.
— Podré hacerlo, no te preocupes.
Al darse cuenta de que parecía estar incómoda con la forma en que la reprendía, decidió dejar de hablar. Seguramente, ella ya sabía todo eso y lo último que quería era que alguien le