Todd se mantiene caminando en medio del bosque.

Ciertas imágenes llegan a su mente. Distintos olores lo llaman. Y aquí, cada una de las imágenes que llegan a su mente tienen un olor particular.

— ¿Qué es esto? ¿Qué es lo que pasa? — Susurra el al mismo tiempo que camina en medio de la vegetación. Y huele cada cosa que se encuentra.

Hojas, varas, troncos, incluso distintos tipos de rocas, era un instinto que lo hacía sentirse en casa.

En ese momento escucha pasos que se acercan de forma contundente.

— ¿Qué tal te encuentras?— Cuestiona Varya, quien se sorprende al verlo, mientras él esconde un morral de piel de forma desesperada detrás de su cuerpo.

— Realmente me siento perdido. Sin identidad. No sé quién soy. No sé qué hice. No sé.

— Tranquilo.— Susurra Varya.— Podemos hacer un rompecabezas y llenarlo juntos.

La mirada decidida de la pequeña rastreadora de alguna manera tranquilizaba a Todd.

Sin saber realmente el por qué.

— Tú eres un rastreador excelente— declara Varya de manera