Capítulo 76.
Unas horas después de haber procesado esa dolorosa evasiva, Luz decide que tiene que continuar con todos los planes que había tenido desde el principio y al encontrarse con la Luna, ella se disculpa de nuevo.
— Lo lamento Luz, estoy haciendo todo lo posible, te lo aseguro— dice Alena al mismo tiempo que comienza a acomodar unas flores en un jarrón para llevarlas a su habitación.
Necesitaba concentrarse en otra cosa que no fuera la desastrosa realidad que la rodeaba.
— Tranquila Luna, no pasa nada. Voy a encontrarlo y cuando lo haga no lo dejaré ir.
El tono decidido hizo que Alena se girara para observar la mirada brillante y filosa de Luz.
Jamás la había visto así.
Su aura, su mirada y sus ojos estaban completamente distintos, como si su loba estuviera más presente que su lado humano.
— ¿Te encuentras bien? ¿Te encuentras…
— Sí, me encuentro bien,—la interrumpe Luz. —Mejor que nunca antes… ahora tengo a mi loba y estoy a punto de tener también a mi mate destinado. Sin embargo, he ven