Capítulo 51.
Dos lunas más transcurren e Igor se mantiene en la incertidumbre e inconciencia en la construcción y cualquier tipo de avance se había cancelado. Manteniendo en alerta permanente a Dionisio para evitar que se supiera que Igor estaba en esa situación tan frágil.
Alena espera de manera frustrada en la habitación a Johanna se sentía encerrada pero debía mantener las apriencias.
— Luna, la necesitan en la construcción del santuario de honor.
— Muy bien— dice Johanna de manera contundente.
— ¿Es él?— Cuestiona ella de manera enérgica.
Johanna asiente y Alena se acerca para tomar sus manos.
— Escúcheme bien, mantén todas las puertas cerradas de esta habitación, metete en mi cama, finge que eres yo. Asegúrate de hacer ruido toda la noche, manteniendo en incertidumbre cualquiera que trate de asegurarse si estoy o no estoy. Voy a regresar antes de la alba, te lo aseguro.
— No se preocupe Luna— dice la joven al mismo tiempo que asiente de manera servicial.
Alena corre escondida entre pasillo