Capítulo 165.
Romina se siente finalmente con la fuerza suficiente para alejarse de el , aunque de forma discreta inspira el olor de ese macho desgraciado.
En ese momento, ella no avanza ni siquiera dos metros cuando otro guerrero llega.
Uno fuerte, de piel clara, cabello pelirrojo y largo, y los ojos color café claro.
— Alfa Gordon, vengo aquí a presentarme ante usted como el acuerdo lo indica, soy Alfa Nikael de la manada de Lobos Errantes.
Romina se congela en el momento.
El Alfa que había imaginado según los rumores era completamente distinto al que tenía frente a ella y traga saliva en desesperada.
Su manada se manejaba de manera diferente.
Ellos no se extendían de forma regular. Mantenían en todo momento el control y la seguridad en una forma de línea para asegurar los traslados intermanada.
“Es un Alfa fuerte, poderoso” piensa ella, tratando de darse valor.
Romina respira profundo y camina hacia él hasta quedar a solo un par de pasos de distancia.
— Bienvenido, Alfa Nikael. Yo soy Romina de