Capítulo 129.
Durante varias noches Beta Igor se mantiene de manera permanente a un lado de la joven desconocida.
Su instinto le había gritado y guiado para salvara, esto tenía que significar algo…
Su cuerpo había sido limpiado con una manta y agua tibia por él mismo, cuidando cada uno de los detalles de su cuerpo como si estuviera cuidando de una figura del mas delicado cristal.
Y en él había descubierto algo completamente interesante y sobre todo algo imposible de ignorar.
— ¡No, no, no! — grita ella envuelta en sueños completamente aterrada y sin embargo Igor se mantiene a un lado de ella.
— Tranquila, tranquila, estoy a tu lado.
Beta Igor intenta tranquilizarla pero ella se resiste, alejando su toque como si la perturbara o desesperara.
— ¡No me toques! ¡No me jales! ¡No lo hagas! ¡No, no, no, déjame, déjame!— grita ella desesperada al mismo tiempo que sus sueños envuelven por completo una agonía que es difícil de tolerar.
Beta Igor se siente responsable de ello, sin embargo comienza a moverl