El ambiente se vuelve mas denso como con una especie de aura macabra para Alena.

“ Necesito salir de aquí, Elliot no tendrá un alto” piensa ella buscando una opción.

Pero es inútil todo lo que había eran tres enormes paredes sin ventanas y una puerta de metal que estaba sellada.

— Él es un ser inservible y seco. Sin embargo, tu sangre real, poderosa y sobre todo pura será perfecta para que yo siembre mi esencia en ti.

La Luna comprende a lo que se refiere…

— ¡No, no, no!— grita Alena desesperada.

— Por supuesto que sí, serás mía y absolutamente nadie, absolutamente nadie podrá evitarlo— declara Elliot al mismo tiempo que se arranca el delgado pantalón que impedía que se encontrara completamente desnudo y Alena no podía hacer absolutamente nada para impedirlo.

Sus esposas estaban encantadas.

Su intento por volverse en su lado licántropo estaba bloqueado, solamente cerró los ojos al sentir las manos de ese bastardo recorrer su cuerpo.

“Randolf, Randolf, mi amor, llega, por favor, encu