67. El camino ya está listo
Pov Keira
Avanzar tanto en el día como en la noche ya no era seguro. Hay más movilizaciones de esas bestias con garras y grandes colmillos.
No se veían igual que la última vez; parecían más grandes, más siniestras, con una energía abrumadora.
Nos escondimos entre algunos arbustos más allá de ellos. Teníamos el viento a nuestro favor y la luna hoy estaba totalmente oscura, lo que significa que Xantea ya debe estar dando su golpe.
«Ojalá lo logre», dice Alba.
Ethan analiza con cuidado sus movimientos, lo que hacen, cómo se mueven y por qué.
Alba da algunos pasos acercándose a él, tratando de ver algo, pero somos las más bajas de todo el grupo.
Sus garras afiladas acarician nuestro pelaje con suavidad, aunque toda su concentración esté en lo que tenemos al frente.
Veo que sus ojos brillan; debe estar comunicándose con Mara. Yo solo puedo permanecer en la oscuridad por ahora.
Un suave empujón me anima a seguir; una vez que Anouk avanza, vamos tras él.
No los estamos evitando; lo