01. La determinación de una madre
Pov Narrador
Todos se hacen a un lado, inclinándose al ver a la emperatriz; nadie se atreve siquiera a atravesarse en su camino.
Sus ojos están llenos de lágrimas y su corazón pende de un hilo.
Con el corazón casi en la boca, llega al ala este del castillo donde la comitiva del ministro Teseo se aloja.
Sus manos tiemblan mientras avanza a la única habitación de ese pasillo, y sus nudillos están blancos de apretar con fuerza la falda de su vestido.
Abre las puertas y lo que ve hace que su corazón se desgarre de dolor.
—Keira…— corre hacia la cama, mirando el cuerpo de su hija desnudo, lleno de marcas y moretones.
Ella abre los ojos en una rendija. —Mamá— su voz apenas se escucha; una lágrima solitaria se desliza silenciosa hasta caer en la cama.
¿Cómo había pasado esto? ¿Cómo su esposo había permitido esto? Ella se fue solo por unas semanas y regresa por una carta donde le indican que su hija fue vendida.
—Tranquila, cariño, mamá ya está aquí— toma una bata para envol