Viviana sintió que algo no estaba bien y llamó de inmediato a la maestra de Oscar.
—Hola, señorita, ¿puede poner a Oscar al teléfono?
—Ah, es la mamá de Oscar. Hace un breve momento vino el papá de Oscar y se lo llevó —le dijo la maestra.
¿Papá...?
¿Julio?
¡Qué tontería era esta! Julio ni siquiera