Oscar apartó rápido la mirada, sin darle importancia.
—Ah.
Ramón pensó que no le creía: —Vamos ahora al salón de recepción de invitados. Espera un poco y verás, definitivamente te lo demostraré.
—Bien, vamos.
En ese momento, la zona de recepción de invitados aún estaba en preparación. Como nuera del