—¿Tiene pruebas señora Hoffman?
—¡Fueron ellos! No jugaría con algo tan delicado— Channel mira a su alrededor, el desastre que le dejaron, está indignada
—voy a abrir una investigación— el oficial escribe en su pequeña libreta el nombre de Aida y Danilo
—oficial, si ustedes no hacen algo al respecto, entonces yo tomo cartas en el asunto
—¡Channel!— la menciona Fabrizio, acercándose a ella, muy preocupado la abraza fuertemente
—mi amor...— Channel rompe en llanto, Fabrizio es su debilidad, ama a ese hombre y que él haya llegado a brindarle su apoyo, la puso muy sensible
—se que fueron ellos, me encontré a Aida cuando estaba comprando ropa materna, y ella dijo que yo se las iba a pagar, ella está con Danilo... Me quieren acabar, dejó una advertencia de que si, sigo laborando, va a estallar mi empresa— habló Channel alterada, aferrándose a su esposo
—calma mi amor, no estás sola, llegaremos al fondo de esto, te juro mi amor, que van a pagar por hacerte llorar— Channel hunde su rost