Con esta nueva noticia las cosas han cambiado en la jefatura, todos me cuidan demasiado, el capitán no me deja ir a ningún lado, me sentó en un escritorio y ahora me tiene llenando informes, estoy harta de ellos.
Por otro lado, mi deseo sexual a subido a niveles inexplicables, tengo a Ricardo trabajando horas extras.
- Hola – saludo entrando a su oficina.
- Darla, ¿Qué haces acá? - pregunta sonriente mientras saca un expediente de su escritorio.
- Vine a hacerte una visita, ¿no puedo venir a ver a mi chico?
- Cuando tú quieras - responde sonriente - es que estaba con este caso, me estoy rompiendo la cabeza, te necesito para aclarar mis ideas.
- ¿Dime, de que se trata? – pregunto acercándome a su escritorio.
- Bueno, estamos investigando un robo de un diamante de una de las joyerías más exclusivas de la ciudad, - abre el expediente y me muestra unas fotos - pero, sí te fijas, las cámaras de vigilancia no se apagan n