A la mañana al despertar, observo a Ricardo, está sentado a mi lado, leyendo un informe del caso que tiene, parece que no durmió.
- Buenos días...
- Buenos días, ¿Cómo amaneciste?
- Bien, ¿Dónde te fuiste anoche?
- A caminar... tenía que aclarar mis ideas, y si, tienes razón
- ¡Por fin me diste la razón! - exclamo.
- Voy a hablar con el capitán, le diré que la coloque con Judy o con Jake
- Eso será mejor para todos - lo miro sus ojos miel están extremadamente fríos, su chispa se fue - ¿estás bien?
- Si, - responde fríamente- vamos a ducharnos, hay que estar temprano en la oficina, los peritos tienen huellas digitales necesito ir a averiguar eso, parece que se les paso algo, lo bueno es que me hiciste dar cuenta de la vitrina.
- Si, eso fue lo bueno - respondo con seriedad.
- Hey, tranquila, ya paso todo - me da un beso pero ¿Porque no siento su entusiasmo? - te amo.
- Sí, yo también - respondo con frialdad