Yvi
Estoy de pie, pero todo es borroso a mi alrededor. Mis ojos se abren lentamente, y siento una extraña sensación, como si estuviera saliendo de una larga pesadilla. El frío de la piedra bajo mis pies, la pesadez del aire, todo eso me regresa a la realidad. Pero, ¿qué es esta realidad? Este peso que recae sobre mis hombros, esta carga que nunca pedí llevar… Estos hombres a mi alrededor, sus miradas pesadas de decisiones que esperan de mí. No tengo fuerzas para todo esto. No quiero. No tengo que tomar esta decisión.
Cierro los ojos un momento, tratando de calmar los latidos de mi corazón que se aceleran en mi pecho. Es una tormenta de pensamientos que se apodera de mí, un mar embravecido que no logro dominar. El niño, el amor, los trillizos, Aleksandr… todo eso se entrelaza en mi cabeza como hilos enredados que no sé desenredar.
Pero no puedo elegir. No puedo dejar a ninguno de ellos atrás. Cada segundo que pasa, los amo a todos. Cada instante, cada aliento que tomo me acerca a uno d