Capítulo 5

ERIK

Al entrar a casa, el aroma de jitomates asados y especias golpeó mi nariz, hacía un tiempo que nadie cocinaba en esta casa, no desde que Emily se habia ido, e incluso desde antes, a veces yo lo hacía, pero era un poco a lo que saliera, aún asi era comida.

Entré y vi a los gemelos sentados en la barra de la cocina, tenian la cara manchada de salsa de tomate y reian con Tessa, sus platos vacios contaban lo sucedido.

- ¡Papá! - exclamaron al mismo tiempo.

- Tomen niños.

La señorita. . . Tessa les dió una servilleta de papel para limpiar sus rostros antes de abrazarme.

- Veo que ya comieron.

- Tessa nos cocinó pasta con queso - dijo Liam.

- ¡Estaba deliciosa! - exclamó Lara.

- Disculpe señor, es que tenian hambre, además le guardé un poco - señaló un recipiente con una sonrisa tensa.

- No tenía porque hacerlo, siempre pedimos comida, y a veces viene mi madre y cocina algo.

- Lo siento señor, ah, creo que ya debo irme, ¿quiere que mañana los lleve al colegio de nuevo?

- Claro, me sería de mucha ayuda.

- Me voy entonces.

- Gracias, Tessa.

Cuando salió, me asomé por la ventana y vi como se alejaba en su auto, me recordaba mucho a Emily, aunque su caracter era más libre, más espontáneo, más. . . desafiante. .

Me quité el saco y la corbata y los puse sobre el sofá, doble mis mangas y después tomé asiento en la barra, mientras los gemelos jugaban con los cubiertos a modo de espadas, me serví un poco de pasta en un plato y la probé.

- Esto esta muy bueno.

- Te lo dijimos, Erik tambien lo comió.

- ¿Y dónde está?

- En su habitación.

Mi hijo Erik se habia vuelto reservado, la muerte de su madre nos habia dejado a todos en shock, porque a pesar del tiempo que había pasado, no nos habiamos recuperado del todo.

La extrañabamos, cada día era un reto, por eso me concentraba en el trabajo, era mi forma de evadir el dolor.

Guardé el resto de la comida, lavé los platos usados y fui a su habitación.

- Erik, - toqué - ¿todo bien en Dinamarca?

Me abrió la puerta.

- Todo bien, pa'.

No entré, solo me crucé de brazos, recargándome en la puerta, esperando que dijera algo más.

- Se parece a mamá, con su cabello color miel y sus ojos tambien sonrien al mirarte ¿por eso la contrataste?

- No fui yo, fue la señora Hard.

- Ella no es mamá.

- Lo sé.

Me acerqué y lo abracé, estaba en una edad difícil, y yo necesitaba algo de ayuda, él estaba creciendo, aunque era muy maduro para su edad, y ya casi era tan alto como yo.

- Haz tus deberes y duerme temprano, mañana vendrá Tessa a buscarlos.

- Si papá - dijo entrando nuevamente en su habitación. Hacía un tiempo que no tenia personal de servicio, solo estaba el jardinero que venia dos veces por semana, y se encargaba de las rosas de Emily, para que no dejaran de crecer y la niñera, que acababa de renunciar sin previo aviso, después de varios años conmigo, dejándome en apuros.

Mi madre, Emma, casi no me visitaba, decía que mis hijos ibam a descontrolarse sin su madre y ella no estaba dispuesta a sacrificar su vida para cuidarlos.

Mi vida podría parecer ideal, desde afuera, pero la realidad era muy distinta.

Con tres hijos y una compañía que dirigir, la tenía difícil.

Pensé en Tessa.

Creo que debía hacer algo por su medio de transporte, su auto, aunque funcional, no era seguro si es que iba a llevar a mis hijos, la compañía tenia una política de uso de autos, podría darle uno en préstamo, mientras trabajara para mi.

Era una buena idea.

Mañana me encargaría de eso.

Volví con los gemelos, supervisé sus tareas, y más tarde se ducharon y se prepararon para dormir.

Ya en sus camas, sus ojos se cerraban por el cansancio.

- Nos gusta Tessa, necesitas una novia papá.

- Ella es mi empleada.

- Pero también puede ser tu novia.

Negué con la cabeza, no podia concebir la idea de estar con alguien que no fuera Emily.

- A dormir.

Les di un beso en la frente a cada uno de ellos, y les dejé encendida una tenue luz en su lámpara de noche, para que no sintieran miedo.

Ya en mi habitación, la fotografía de mi esposa me miraba siempre sonriente.

Asi me gustaba recordarla.

Asi queria ella que la recordara.

Su enfermedad fue un proceso tedioso, largo y doloroso, que apenas podía controlar al final con los medicamentos.

'Ella no es Emily' me dije.

"Puede decirme Tessa" no debía permitirme ser tan informal con ella, debía mantener la distancia.

Ponerme mi máscara de frialdad, aunque estaba seguro de que Tessa ya no me vería con los mismos ojos, habia visto mi lado paterno, y esta parte era muy íntima.

Me duché, fui hasta mi cama y después trabajé un rato en mi portatil en una idea para la publicidad de una compañia de ropa deportiva, cuya estrella, eran unos tenis de última generación, plasmaba las ideas y luego, con el equipo creativo, las llevabamos a cabo.

Luego recordé el comentario de la paleta de colores del otro proyecto, una publicidad exclusiva para paginas web, lo cambié a como ella lo habia expresado y quedó fantástico.

- Creo que si sabe lo que hace - me dije - después la probaré.

En el buen sentido.

Esa chica, aunque era varios años mas joven que yo, estaba dando muestras de tener una gran capacidad y mucha creatividad.

Terminé de trabajar, guardé todo y me fui a dormir, y mi último pensamiento, sin querer, fue para Tessa.

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