Capítulo 4

TESSA

Señorita Clark, ¡a mi oficina! - exclamó el señor Frost cuando se marchó el cliente de la sala de juntas.

Todos los demás se retiraron como ratas escapando de un barco a punto de hundirse, dejándome a su merced.

Caminaba delante de mí con paso firme, su postura era tensa, abrió de un empujón, me hizo pasar a su oficina y cerró la puerta.

Definitivamente ahora sí iba a despedirme, me quedé de pié para recibir la noticia.

- ¡Espero que sea la última vez que hace algo así cuando estoy con un cliente! - Se inclinó hacia mí, señalándome con su largo dedo - ¡Usted es una asistente! ¡No tiene porqué intervenir en el diseño de una campaña! - exclamó alzando la voz.

- Disculpe señor, solo pensaba en voz alta - me defendí.

Me miró furioso, se pasó la mano por su cabello y luego se paseó frente a su mesa por unos minutos con las manos metidas en los bolsillos del pantalón.

- Tiene cosas que hacer, ¡vaya a trabajar!¡Ahora!

- Si señor - respondí algo asustada.

Por un momento crei que iba a despedirme, y eso era extraño dado que ayer, por menos que esto, habia despedido a la anterior asistente, me senté en mi mesa, y revisé la agenda, aún tenia reuniones pendientes, pero había un espacio sobre las dos de la tarde para comer.

- Señorita Clark - se asomó mas tarde por la puerta - a las dos treinta va a ir por mis hijos al colegio, y va a quedarse con ellos en mi casa hasta que yo llegue.

- ¿Como dice? Disculpe pero, no soy una niñera.

- Hoy va a serlo, mi niñera renunció esta mañana y no puedo dejar a mis hijos solos en casa, será solo por un par de horas - se acercó entregándome unas llaves.

- Bien, - resoplé - ¿y puede decirme Tessa? Eso de Señorita Clark ya empieza a molestarme.

- ¿No quiere que la trate con respeto? - dijo levantando las cejas, sorprendido.

- Puede decirme Tessa sin faltarme al respeto, señor, creame que no me ofenderé.

- Entonces, Tessa - se acercó poniendo sus manos sobre la mesa, quedando la altura de mis ojos - mis hijos son lo mas preciado que tengo, no vuelva a amenazarlos o le irá mal, ¿entendido?

- Si, señor.

A las dos treinta ya estaba en la escuela para recibir a los mocosos, digo a los hijos de mi jefe, los miré achicando los ojos al abrirles la puerta del auto, era una amenaza implícita para que se portaran bien.

Nos dirigimos a su casa, pero no me esperaba un interrogatorio en el camino.

- ¿Cual es tu nombre? - preguntó Liam.

- Tessa.

- ¿Te gusta trabajar con mi papá? - preguntó Lara.

- Es mi segundo día, aún no puedo dar mi opinión respecto a eso.

- ¿Eres la nueva novia de papá? - dijo Erik, el mayor, que se habia sentado a mi lado.

- ¡Claro que no! Solo soy su asistente - respondí frunciendo el ceño por la extraña pregunta.

- Oh, es que eres muy atractiva y además eres su tipo.

-¿Su tipo?

- Si, te pareces a mamá - afirmó con un dejo de tristeza en su voz.

- Lo siento chicos.

Al llegar a su casa, Erik desapareció en su habitación y los gemelos me seguian a todas partes.

- ¡Tenemos hambre señorita Tessa!

Exclamaron los gemelos al mismo tiempo.

Revisé su nevera, no tenian algo decente para comer, asi que con todo el atrevimiento, me metí en su amplia e impecable cocina, y usando mis dotes culinarios, puse manos a la obra, y les preparé una pasta con trocitos de queso, es lo que habia encontrado en su despensa.

- No son alérgicos, ¿verdad?

- No Señorita Tessa

El aroma atrajo a Erik a la cocina, que comió una porción grande y volvió a desaparecer.

Me sentí bien, por lo menos habia alimentado a estos chicos con comida caliente.

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