Capítulo 8
Sara fingió preocupación con un gesto bien calculado.

—Teo, ¿qué pasa? Estás distraído. Cuéntame, quizás pueda ayudarte.

Teo negó con la cabeza, y su voz sonó más pesada que nunca.

—Las sanadoras me dijeron que Alejandro fue hospitalizado. Pasó por su primera transformación, sin la poción. No puedo sentir a mi pareja a través del vínculo. Ni siquiera puedo contactarla por teléfono.

Esa tarde, Teo ya no pudo quedarse quieto.

—Necesito ir a verlos. Si Alejandro de verdad pasó por el cambio solo... debieron estar aterrados.

Pero antes de que pudiera moverse, Marcos lo abrazó con fuerza por la pierna.

—¡No! ¡No me dejes, papá!

Apenas acababa de despertar, pero con una señal sutil de Sara, se echó a llorar de forma desgarradora, aferrándose a Teo, como si su vida dependiera de eso.

Sara supo actuar.

—Marcos, cariño... si tu padre necesita irse, déjalo...

—¡No! —gritó el niño, entre sollozos—. ¡Lo necesito aquí! ¡No voy a tomarme la pócima estabilizadora si se va!

El rostro de Te
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App