48. Una sospecha.
Capítulo 48. Una sospecha inminente.
Mariana como buena anfitriona lo acompaño hasta la salida.
-- Espero que pase una linda estadía en nuestro país Renato – le dijo por cortesía. Él la miró por unos segundos, cada día de pasaba, cada minuto más a su lado, le decía que ella era la mujer para él.
-- No deberías seguir con esos hombres – le susurró, esperando que solo ella escuchara sus palabras.
Mariana frunció el ceño, no entendió lo que quiso decir, y se quedó mirándolo por unos segundos también.
-- No entiendo de qué está hablando – le dijo al fin, su voz tembló apenas, pero logró sostenerla.
Él sonrió amoroso, pero con una sonrisa sin alegría.
-- Claro que lo entiendes. Y lo entiendes demasiado bien – se acercó un poco más a ella, levantó su mano y la beso, con toda la cortesía de un italiano decente.
Luego se alejó de ella, caminó hasta su auto. El chofer abrió la puerta y él ingreso en él, el viento frío y la lluvia lo despidieron de aquel lugar. Mariana respiró profundo antes de