Capítulo 83. Cuerpos ardientes... deseos contenidos.
Los ancianos estaban demasiado concentrados en la cocina, doña Cata tenía en sus manos los ingredientes que pidió le consiguieran, el abuelo se acerco a ella con una frutas exóticas que trajo una de las empleadas de su viaje.
-- ¿Qué es eso mujer? –
-- Dicen que estas frutas tienen efectos sorprendentes, mezcladas con este cocktail que estamos preparando, quedará genial – señala la mujer.
-- Cata por Dios...¿que estamos planeando? – señala ahora su esposo, quien notaba que su querida mujer comenzaba a colocar ingredientes que no sabía que existían.
-- No es nada indebido hombre. Solo un pequeño empujoncito del destino para ese par... y si es destino no se apura, entonces que darle una ayudadita –
Esa noche.
La cena había sido tranquila, los abuelos habían preparado el menú especialmente liviano, una sopa, algo de ensalada exótica y un poco de mariscos de la localidad. Pero el broche final y muy peculiar estaba compuesto por un cocktail especial...
Dos opas enormes decoradas con hermos