Capítulo 84. Después del famoso cocktail
Este amanecer en la mansión Novak no fue como cualquier otro. Aunque el sol era el mismo, los pájaros emitieran sus canticos matutinos y los arboles susurraran igual que cada día, la atmosfera había cambiado.
Melisa se despertó antes que Sebastian, estaba recostada sobre su pecho desnudo, con una de sus piernas entrelazadas con las de él. Su respiración era tranquila, profunda y hasta rítmica.
En los brazos de su esposo se sentía segura, protegida y plena, pero no podía negar que también se sentía confundida.
Esa noche no hicieron el amor, no todavía... pero eso no le restaba a lo que ambos si hicieron anoche. Dormir abrazados, algunos besos de madrugada, roces extraños, como si el tiempo nunca hubiera pasado, como si todavía seguirían juntos luego de volver de ese viaje de negocios a la isla.
Como si esos cinco años alejados no hubieran existido jamás.
-- ¿Estás despierta? – le preguntó él de pronto, sin todavía abrir los ojos. Melisa se sobresaltó, pensó que Sebastian todavía dormía