Bajo la mirada de todos los presentes, doy órdenes al mayordomo y comienzo a preparar el café que siempre he dado a mi jefe. Mientras todos toman café en la mesa de la cocina, yo preparo la medicina que es revisada por varias personas al igual que el agua.
— Esta agua esta envenenada — dice uno de los hombres que revisa el agua con algo que parece un termómetro.— ¿Quién está a cargo del agua? — pregunta el mayor de los Castagnoli.— Ya mismo iré a buscarlo. — dice uno de los hombres.— No lo traigas aquí, encárgate de él y los implicados fuera, porque a mi nuera no le gusta ver sangre — dice el mayor de los Castagnoli causando que la mujer sentada tomando café abra su boca con indignación.— A mí no me gusta el vino y se molesta si no lo tomo. — se queja la mujer llamada Rebecca.— Eso debes