Abro mis ojos ante la sorpresa. No es algo que me he esperado y por eso, después de abrir grande mis ojos, trago duro y cierro los ojos esperando que vengan por mí. Pero, ningún ángel viene, ni siquiera el de la muerte.
— ¿Qué estás haciendo? — pregunta Danell y yo suspiro profundo.— Esperando la muerte. — susurro y Danell me agarra del brazo, para colocarme sobre su pecho.— Deja de decir tonterías. —dice Danell abrazándome con fuerzas.— No son tonterías, realmente estoy lista para morir. — digo de inmediato, al levantar mi cabeza de su pecho.— Deja de hablar así y relájate un poco en la cama o sobre mi pecho, como prefieras — dice Danell y yo asiento.— Claro, para prepararme cuando este en el ataúd. — digo y Danell me observa con molestia.— Dove, no me hagas enojar. Deja de decir esas cosas, después de que te dije que te amo. — me advierte y yo le sonrío.— Es que no me lo esperaba. No, lo he anhelado tanto que ahora que me lo has dicho, siento que est