172. Razón de orgullo
Deynna Hikari, erguida en el centro junto a la gran fuente, irradia elegancia mientras da un discurso frente a las cámaras. Habla de innovación, de compromiso con la naturaleza, de cómo el Nature Hub representa «una nueva era para la familia Hikari y su legado en el Reino Unido». Cuando menciona mi nombre, los que la rodean aplauden. Deynna me hace señas para que vaya con ella. Me siento expuesta, emocionada, y al mismo tiempo, en paz. Es mi momento.
Camino hacia el frente y atravieso el mar compacto de cuerpos y murmullos; cada paso vibra dentro de mí, superando incluso el pulso de la música. Las luces me ciegan por segundos, los flashes me persiguen y mi respiración se acelera. Me repito que estoy bien, que merezco estar aquí. Aun así, la presión de tantas miradas me oprime el pecho. No es miedo, es vértigo: el de saber que todo lo que soñé alguna vez está ocurriendo justo ahora, ante millones de ojos.
Tomo el micrófono. Mi voz tiembla apenas, pero se mantiene firme.
—Gracias, De