Capítulo 45: Decisiones
Al ver que todos les estaban juzgando, los señores Estrada buscaron escapar para alejarse de esas miradas.
“Maldita, esta nos las pagarás” – pensaba el matrimonio mientras buscaban llegar a la habitación de su hijo y así poder refugiarse de esas miradas críticas y juzgadoras.
Obviamente cuando los señores desaparecieron, la gente empezó a dispersarse regresando a sus propios asuntos.
Por su parte, Erika y Abel también retomaron su camino para ir por el auto y pasar a buscar a Paola, quien ya debería estar terminando de charlar con el psicólogo.
Abel estaba feliz, porque al reencontrarse con su hermana la noto más calmada y pudo ver un poco de ese antiguo brillo que la caracterizaba.
Aún actuaba con cautela y miedo, pero como le dijo Erika… ya había dado el primer pasó y buscarían liberarla del control de ese sujeto.
Como ya era tarde, los hermanos se despidieron de la pelinegra llevándola de vuelta al despacho aprovechando que estaba de paso en su camino a casa