Capítulo 14: Ridículo
Con la amenaza de que eran seguidos, Antonio buscó actuar amoroso y cariñoso mientras terminaban de comer.
Al regresar a la habitación, él corrió rápido a la cama para tomar una siesta.
- No hagas ruido y despiértame para cenar – ordenó mientras se acomodaba entre las sábanas y dormía un poco.
Erika dejó escapar un suspiro al notar su descaro.
“Ja… y lo bueno es que él dormirá en el sofá” – pensó mientras se giraba y tomaba sus cosas para tomar un baño.
Tras salir de la ducha salió al balcón para apreciar las hermosas vistas de ese nuevo país.
- Al menos puedo disfrutar de algunos pequeños placeres – susurró sonriendo mientras alzaba su celular para tomar algunas fotos a los edificios que estaban bañados en luz naranja, rojiza y dorada cortesía del atardecer – ánimo Erika, todo eso pasara rápido y cuando te des cuenta ya estarás en la recta final de este tormento – susurró para animarse a sí misma, ya que sentía que su coeficiente intelectual disminuía al lado de