Capítulo 47. Hemos llegado hasta aquí.
Aaron.
El pasillo del hospital parecía más largo de lo normal hoy. Habían pasado ya varias horas desde que Archie había entrado a quirófano para la donación de médula, y aunque trataba de mantener la calma, los nervios me carcomían por dentro. A mi lado, Amelia, con su mirada tranquila y su mano suave entrelazada en la mía, me daba una fortaleza que no sabía que tenía.
— ¿Cómo te sientes? — le pregunté en voz baja, preocupado por el cansancio que veía en su rostro.
Ella esbozó una sonrisa débil, pero auténtica, y me miró con esos ojos llenos de amor y determinación que siempre me asombran.
— Estoy bien, Aaron —dijo, con una serenidad que solo ella podía transmitir, a pesar de todo lo que había pasado. — Archie es lo más importante ahora, no pienses en mí.
Miré hacia la puerta de la sala de operaciones y luego de vuelta a ella.
— Has sufrido tanto, Amelia. No sé cómo encuentras la fuerza…
Ella se inclinó un poco hacia mí, con dificultad pero sin perder esa chispa en su mirada.
— Porqu