Amelia.
No podía con mis nervios ¿Qué se supone que estaba haciendo? Esto está muy mal.
Mientras más nos vamos acercando a la casa de Aaron más siento que mi estómago se contrae por los nervios, mis manos sudan y no puedo mantenerlas quietas en ningún lado ¿Quién dijo que esto era una buena idea?
— Tranquila, ya estamos cerca.
— Eso es lo que me da más ansiedad — Admito con una sonrisa tensa.
— No mentiré, se que al principio será un poco tenso pero deben conversar, los dos lo necesitan y se que luego de que finalmente aclaren las cosas volverán a estar bien y todo en su lugar, por lo menos esto.
Las palabras de Daniela un poco me ayudaron, pero no podía evitar sentirme nerviosa, me había marchado sin muchas explicaciones y comprendería que Aaron ni siquiera quisiera recibir