El señor Maxwell siente un escalofrío recorrer su cuerpo. No pensó que Archie supiera la verdad tan pronto y ahora su empresa está en peligro.
—¡Responde!— Villarreal está con un carácter de los mil demonios.
—Yo… lo puedo explicar—. Se afloja la corbata y luego siente gotas de sudor rodar por su frente, además de un calor en todo su cuerpo que lo hace sentir tenso y acorralado.
—¡Hazlo ya!— le ordena con desdén, y Ryan sonríe para sus adentros, ya que su parte favorita es cuando su mejor amigo actúa con un supremo poder que opaca a cualquiera.
—Señor Villarreal, la verdad es…— El señor Watson piensa rápidamente qué decir. —Mi hija… sí, tengo dos. La que tienes se llama Kiara y ella es una hija despreciable. Le quitó el lugar a mi hija Cloe.
—¿Cuándo pensabas decirlo?— Se acerca a él con firmeza, con ganas de darle un puñetazo.
—¡Lo iba a hacer, se lo juro!— se apresura a decir. —Solo que todo se complicó y Kiara, que siempre ha envidiado la vida de mi hija Cloe, tomó su lugar… i