—¡Estás mintiendo!— lo dijo con furia. —¿Dónde está mi hermana? Si no me lo dices, saldré ahora mismo y lo diré todo sin omitir un detalle.
—¡Es cierto! Él se la llevó y tiene la custodia de Lia. Ahora cumple con tu palabra y termina con toda esta m****a que estás provocando, Kiara. O lo vas a lamentar—. Su padre la señaló. Ese hombre estaba tan furioso que, si Kiara hubiera venido sola, quién sabe qué le hubiera hecho.
—Saben… por eso les dije que lo iban a pagar todo. Ahora, prepárense, porque así como ustedes jugaron conmigo, yo lo haré con ustedes—. Aceleró sus pasos hacia la entrada principal.
—Puedes ser ahora la heredera, pero seguirás siendo la misma rebelde y eso te quita lo elegante—, le dijo su madre.
—Créeme que a mí lo rebelde se me puede quitar, pero a ti lo de mala sangre y ambiciosa no se te quita—. Abrió las puertas y los paparazzi empezaron a tomar fotos. —¡Bienvenidos todos al show de los Watson!— dijo, y los periodistas pensaron que era Cloe, lo cual se les