ONYX

Me remuevo. Voy despertando poco a poco. Los recuerdos llegan en fragmentos, como flashes eléctricos.

Pero es su olor el que me sacude. Están cerca. Demasiado cerca.

"Eko está a punto de entrar en celo".  Nesecito calmarme.

Casi habría estado con Kael.

Kael… bello, hermoso, jodidamente perfecto.

Acepte  casarme con él. Todo iba bien. Demasiado bien. Hasta que esos dos malditos par de putos; decidieron irrumpir.   "Según ellos exigen sus derecho".

Como si pudieran reclamar algo. Como si yo no fuera la Alfa. La verdadera. El ser superior.

No entienden que no los quiero cerca.  Y aún así  son ellos los que me pertenecen a mí. Y ya es hora de que lo aprendan.

Abro los ojos.

—Buenos días, mi princesa guerrera —dice Zoren, acariciándome.

Su voz suena limpia. Serena. Está completamente sano.

Pero yo no lo miro. Mis ojos van directo a su cuello, al lugar donde late su sumisió