Dave intentaba soltarse más le resultaba imposible.
-Hijo de su madre, ¿Dónde cojones ha aprendido a hacer estos…nudos?-
Pensaba cómo hacer para liberarse pero no se le ocurría nada.
Matt junto a Haley llegaron ante la puerta de la habitación del castaño.
Con suaves golpecitos, el joven llamó pero no obtuvo respuesta.
-¿Dave?- llamó.
Nada.
Volviéndose a la chica extendió una mano preguntándole:
-¿Tienes alguna horquilla?-
-Yo no uso de eso- respondió ella.
Matt rechinó los dientes pero buscó algo por sus bolsillos.
Dando con sus llaves, desenganchó todas y deformó el aro de metal donde las había llevado enganchadas.
Insertandolo en la cerradura la forzó y empujó la puerta.
Ambos entraron, con cuidado.