Luego de terminar el viaje, Elizabeth y su familia volvieron a Dubai. Continuaron con sus vidas, las cuales giraban en torno a los grandes negocios que manejaba el consorcio, cenas familiares, compras, días de playa, consultas prenatales o simplemente relajantes días en casa.
Sin darse cuenta, los meses fueron pasando, y el embarazo de Elizabeth estaba bastante avanzado. Farid estaba cada vez más ansioso por reorganizar la junta directiva.
—Elizabeth, necesito que mañana me acompañes a la oficina —dijo Farid.
—Ok, ¿y eso? ¿Hay reunión con la junta directiva?
—Sí. Hice unas modificaciones en los documentos legales del consorcio y necesito que todos estén al tanto.
—Después que regresemos, vamos a sentarnos a planear el Baby Shower del bebé.
—Sí, tienes razón, amor. Estos meses se han pasado rápido y ya falta poco para que nazca el bebé. Te prometo que después que lleguemos de la oficina, comenzamos a planear la fiesta.
Todos en la empresa estaban contrariados. No encontraban explicació