CRISTINE FERRERA
—Fue… tonto jugar y creer que serías capaz de ver por ellos —dije con frialdad y conteniendo mi rencor.
—¿Qué? ¿De qué estás hablando? —Eliot parecía confundido e incluso herido.
—No sé qué intentas, no sé qué querías probar, pero no lo hiciste. Tu descuido hizo que esa loca los pudiera lastimar. No voy a arriesgar a mis hijos solo por tus intenciones de estar cerca. Ellos siempre van a estar primero, antes que tú, antes que yo misma.
»Así que… despídete de ellos. Estás despedido, contrataré a una niñera de verdad, alguien responsable que no pierda tiempo con mujeres y se le olvide pasar por mis hijos.
—Cristine… No puedes hacerme eso —contestó entornando los ojos, conteniendo su molestia, hablando de esa manera