Empecé a trabajar en el bar de Damián; no necesitaba el dinero pero la gente podría sospechar de como obtengo mis cosas, entonces Damián me dió la mano con eso y ahí estaba yo vestido de garzón con camisa blanca larga, un corbatín negro al igual que el chaleco y el pantalón, mi cabello bien peinado hacia el lado derecho con bastante gel para el pelo, y unos pulidos zapatos negros, llevaba los tragos a la mesa, siendo amable pero sin sonreír, pasaron 10 días desde que Mady se había marchado sin saber porque y aún no había regresado, estaba muy ansioso de verla, y a la vez preocupado; me hacia mucha falta es por ello que también quise trabajar, para despejar mi mente y no pensar mucho en ella.
-DAMIÁN: ¡Muy bien Dekel! Te has adaptado rápidamente.
-DEKEL: ¡Sí! No es muy difícil esto de llevar tragos.
-DAMIÁN: ¡Descansa! Es todo por hoy ya cerraré.
-DEKEL: ¡Damián! Exclamé.
-DAMIÁN: Dime_ Enarco una ceja.
-DEKEL: ¿Puedo quedarme aquí está noche? Pregunté.
-DAMIÁN: ¡Claro que puedes! Ere