Me detuve frente a las puertas del enorme casino, tenía miedo de entrar, estaba segura que Donovan se burlaría de mi, me diría a la cara lo tonta que he sido por querer ayudar a un hombre que no vale la pena.
Me limpie las lágrimas de los ojos y subí los peldaños que me faltaban para entrar al casino.
Las personas que se cruzaban en mi camino, me miraban y murmuraban, después simplemente se alejaban, yo fui al ascensor que llevaba a la habitación de Donovan, tal vez si tengo algo de suerte él no esté allí.
Cuando entre a la habitación, Donovan estaba sentado concentrado leyendo algo en su computador portátil.
— Pensé que no ibas a llegar, ¿que carajo te tomo tanto tiempo? — Me preguntó sin apartar la vista de la pantalla.
— Lo siento — Le dije, intentando no quebrar la voz .
Donovan me miró, por una fracción de segundo pude ver preocupación en sus ojos.
Él se levantó y camino lentamente a mi, ahueco mi cara entre sus manos he hizo que lo mirara.
— ¿Que carajos te paso? — Me preguntó.
Y