Donovan me despertó súper temprano, y solo me despertó por qué él se había despertado, yo lo mire con rabia mientras el se desnudaba para darse una ducha.
— ¿A dónde vas hoy sábado, los ricos no descansan? — Le pregunté.
Él volteo a verme y me sonrió.
— Entre más dinero tengas, menos horas de diversión tienes, por eso los pobres siempre serán pobres, ellos se aferran a esa estúpida idea que lo único bueno que se lleva de la vida son los momentos de diversión — Me dijo.
Yo puse los ojos en blanco.
— Eres tan... — No termine la frase, y simplemente me metí entre las cobijas otra vez.
— Voy al gimnasio — Me dijo.
Yo me saque las cobijas y me levanté inmediatamente de la cama.
— ¿Puedo ir contigo? — Le pregunté.
Yo nunca había ido a un gimnasio, y me daba mucha ilusión ir a un gimnasio de ricos, ¡será divertido!
— No — Me respondió.
— ¿Porque? — Le pregunté.
Él se metió al baño y cerró la puerta.
Yo fui tras él, definitivamente si iría al gimnasio, estaba tan aburrida de estar en estás cu