CAPÍTULO SESENTA Y CUATRO: VIDA IMPOSIBLE
María Eugenia al escucharlo sabía de qué se trataba Rodrigo pues el tono de su voz era más suave que el de Yair.
-¡Rodrigo!- Respondió con felicidad.
Al igual que ella Billy también estaba feliz de verlo pues brinco de la cama para pararse de 2 patitas en las piernas de Rodrigo. María Eugenia temía alguna mala actitud de Rodrigo hacia Billy pero eso cambió cuando Rodrigo se agachó y se dejó lamiar la cara por Billy.
-Billy también está feliz de verte- Le dijo María Eugenia- Eres una buena persona.
-Supe que estabas enferma es mi culpa. Por eso me tomé el atrevimiento de venir a tu habitación.
María Eugenia reía con felicidad de estar con Rodrigo y no con Yair. En el jardín se encontraba Yair para poder irse a su empresa.
-¿Ye te vas?- Le pregunto el señor Ferrer a Yair.
-oh, abuelo también te vas- Le respondió Yair.
-Te hice una pregunta- Con un tono severo le regaño.
-Ahhh- Suspiro- Tengo algunos asuntos, después iré a la empresa.
-Creo