Alanna es echada de su casa por su padre, quien furioso reniega de ella, cuando descubre que está embarazada y no tiene idea de quién pueda ser el padre de su hijo. Con unas pocas pertenencias toma un autobús para alejarse de la casa que su madre le dejó al fallecer. Casi ocho años después un vivaz niño, acompañado de su hermana melliza interrumpe el camino de un hombre acompañado de dos guardaespaldas y que, a primera vista cumple todos sus requisitos, es guapo, elegante y se nota que es rico. –Señor, ¿tiene un momento? –¿Qué quieres niño? –¿Puede ser nuestro papá por un día?
Leer másAntes de abordar sus respectivos automóviles, los hermanos se reunieron en la calle para despedirse, y fue el momento perfecto para que Jay y Luke bromearan a costa de su hermano, ya que lo vieron muy cómodo mientras los niños le decían papá.Él les pidió respeto por ser el mayor, haciendo que sus hermanos rieran con mayor entusiasmo, finalmente se despidieron y cada uno tomó rumbo a su hogar, Kurt iba muy satisfecho por el día que había pasado con los pequeños y porque la gruñona de su madre se mantuvo cordial durante toda la fiesta.En la mansión Gregg, una vez que Alanna despidió a los organizadores y el patio quedó sin rastros de fiesta, acompañó a sus hijos a sus habitaciones, declararon que estaban rendidos, pero se comprometieron a que el siguiente día, por ser domingo, organizarían todos sus obsequios.Alanna se acost&oacut
Erin y Zak fueron a compartir con algunos de los niños invitados, por lo que Kurt aprovechó el momento para llamar a sus hermanos, mencionarles la fiesta sorpresa que encontraron los cumpleañeros e invitarlos a que asistieran, Jay y Luke le dijeron que estaban justo buscando donde parar a comer algo, Kurt les anunció que allí había pizza, salchichas y hamburguesas, así que decidieron ir de una vez a la fiesta.Kurt se ubicó junto al señor Gregg quien disfrutaba la fiesta desde unas cómodas butacas de jardín. –¿Me permite acompañarlo señor Gregg? –Claro que sí, puedes decirme Conrad, me complace tenerte aquí y te agradezco mucho lo que hiciste por los mellizos hoy, vinieron muy contentos por el paseo.&
Justo una semana antes, al otro día de enterarse de la fecha de cumpleaños de los mellizos, Kurt había solicitado una reunión con sus hermanos y sus cuñadas, la cual hicieron en la sala de descanso del hospital, aprovechando un cambio de turno entre Luke y él. –En pocos días cumplirán ocho años los hijos de Alanna y necesito que me ayuden a organizarles una fiesta de cumpleaños, Katharina y Galiana, ¿pueden encargarse? –¿Qué quieres hacer y dónde? –Me gustaría hacer una fiesta a bordo del yate Hogdman I, navegaríamos hasta llegar a la isla y allá pasaríamos la tarde en la playa, con juegos, golosinas y esas cosas para ni&nt
El tiempo inexorablemente comenzó a transcurrir, Alanna asistía cada día al hospital para hacerle sus terapias a doña Lynda, ya respondía un poco más, aunque el tratamiento para las piernas le resultaba bastante doloroso, afortunadamente tenía muchas ganas de mejorar y soportaba estoicamente todo lo posible.Los hermanos Hogdman estaban muy contentos porque ya podía sostener conversaciones más largas con ellos, algunas veces perdía un poco el hilo, pero el doctor decía que era normal y que poco a poco lo superaría.Kurt tomó por costumbre enviarle el almuerzo a la Unidad y ya las compañeras de Alanna estaban pendientes del mensajero, él seguía muy satisfecho porque ella no los rechazaba y tenía confirmación del mensajero de que sí se comía lo que le enviaba.Con los niños fue más drástico, porque cada d&
Al llegar a la casa en la tarde, Zak y Erin estaban trabajando en unos proyectos orientados por Conrad Gregg, al verlos tuvo que recordar la vez que Kurt estuvo ayudando a Zak con una maqueta, sin saco, todo lindo con la camisa pegada a su torso; sacudió la cabeza y se acercó a saludarlos. –Buenas tardes, ¿cómo están mis tesoros?, hola señor Gregg. –Hola mi niña, ¿tuviste buen día? –Sí, todo bien. –Hola mamita, hoy exageraron en el colegio, tenemos trabajo para tres días –protestó Erin–, necesito hablar con el señor Kurt, voy a llamarlo ahora mismo.Alanna no t
Alanna comenzó a dar vueltas en la cama, estaba furiosa con Kurt y con cada segundo despierta su rabia aumentaba, a su mente vino su amiga y vecina Penny, pero consideró que ya era muy tarde para llamarla, así que abrazó su almohada y rogó por dormirse.Al despertarse se sentía agotada física y mentalmente, pero se armó de valor y sacó su cuerpo de la cama, ayudó a los pequeños a prepararse, sintió que ambos la observaban con detenimiento, pero no estaba de ánimos para caer en el análisis de comportamiento que sus hijos querían hacerle, así que los apuró para salir al colegio.Llegó al hospital y se internó en la habitación de Lynda Hogdman, apenas deteniéndose a darle los buenos días a Jay y a Luke quienes estaban intercambiando turnos. –
Apenas subió al automóvil dejó salir las lágrimas que estaba conteniendo mientras discutía con Kurt, ¿por qué le dolía tanto esa decepción?, después de todo lo sucedido con su propio padre, no debería extrañarle que alguien ajeno a su familia también actuara maliciosamente con ella.Se restregó los labios con rabia, deseaba borrar de su ser lo que Kurt le había hecho sentir, se sinceró con él, le contó su gran secreto y lo que consiguió fue la revelación de que era un hombre manipulador y mentiroso. Fingió ante ella y sus hijos que no sabía quién era, estúpido engreído, no quería volver a verlo en su vida.De pronto recordó a la señora Lynda, su respiración se agitó, era su paciente y consideraba un deber sagrado seguir su tratamiento, así que se dar&iacut
Cuando Alanna se encontró con Kurt, este acompañado de Carlos Luis, ya había organizado a los escoltas de ella junto a los de él, además, despidió al chofer con el automóvil para Alanna, ya que se encargaría de llevarla a su casa luego de su reunión. –Definitivamente eres un mandón controlador. –Ya lo sabrás en su debido momento –le dijo y la mente de ella se fue a una escena muy erótica, por lo que todo su cuerpo vibró.En el lugar al que llegaron les tenían una mesa preparada, comenzaron con un exquisito vino y unas entradas con bases de diferentes quesos que ella disfrutó mucho.Parecía que ambos habían acordado retrasar el tema por el que, supuestamente, se encontraban allí esa
A la cafetería llegó una enfermera buscando a Kurt y él se alarmó muchísimo pensando que algo malo había ocurrido con su madre, se levantó de la silla como un resorte y no esperó explicaciones, corrió por las escaleras hacia la habitación de Lynda Hogdman.Abrió la puerta de golpe y el médico estaba inclinado sobre su madre con el estetoscopio en su pecho. –¿Qué ocurre doctor? ¿Cómo está mi madre? –Hemos detectado mayor actividad en su tallo cerebral y mira sus ojos, están más brillantes y su piel más rosada, ¿no le dijo la enfermera que eran buenas noticias? –La verdad no le di tiempo, apenas le