Paso mis manos con desesperación sobre mi cabello y después de unos segundos ella ríe con suavidad.
– No pensé que Dark te importara tanto – susurra, detengo mi andar y antes de poder responderle algo la puerta se vuelve a abrir y Maxwell entra, con una sonrisa en sus labios
– Claus, Max – dice mirándonos a ambos – estará bien, por suerte la bala de su abdomen no afecto ninguno de sus órganos internos, de alguna manera no venía con la velocidad necesaria para atravesarlo y la de su brazo solo desgarro su piel, tendrá una bonita cicatriz allí – comenta con una sonrisa turbia en los labios
Max suelta el aire que tenía contenido en los pulmones y sonríe aliviada, me ve y su sonrisa se ensancha, pero aun sabiendo que estará bien, no estoy tranquilo, no me puedo relajar, sabiendo que hay un maldito hijo de puta allá afuera casando a mi